¿Sabes qué son las pruebas de esfuerzo o ergoespirometría?

A todos nos preocupa la salud de nuestro corazón. Hacer ejercicio intenso o un esfuerzo al que no estamos acostumbrados puede ocasionar que el ritmo cardiaco, pulmonar y sanguíneo aumenten y que nuestro corazón se resienta. Por eso no debemos “forzar la máquina” por encima de nuestra capacidad física. Pero si eres de los que se encuentra en la situación de que dando unos pocos pasos ya te sientes cansado y empiezas a experimentar los síntomas anteriores,  es el momento de que realices una prueba de esfuerzo o ergoespirometría. ¿Nunca has oído hablar de ella? Tranquilo, el en post de hoy te explicamos en detalle qué son y en qué consisten estas pruebas. Además, podrás conocer a nuestro médico especialista en medicina deportiva.

¿Qué son las pruebas de esfuerzo o ergoespirometría?

Las pruebas de ciclo-ergoespirometría, también conocida como pruebas de esfuerzo o pruebas de ejercicio cardiopulmonar, son un tipo de pruebas diagnósticas que permiten conocer el estado del aparato cardiovascular, el respiratorio y el sanguíneo, y su funcionamiento conjunto. Se lleva a cabo para saber cómo responde el corazón a una cierta carga de ejercicio físico. Es decir, permite conocer si tu presión arterial es acorde con el incremento del esfuerzo físico, o si tu corazón está respondiendo de forma adecuada a las exigencias del esfuerzo.

La ergoespirometría estudia de forma global y no invasiva la respuesta integral del organismo frente al ejercicio, a través de un análisis racional de los sistemas respiratorio, cardiovascular, y musculoesquelético. Esta prueba consiste en someter al deportista a un estrés fisiológico mediante el ejercicio físico incremental. Lo que nos permite, mediante el análisis de los gases respiratorios espirados durante la misma, determinar con exactitud y reproducibilidad la capacidad funcional del sujeto evaluado, así como identificar condiciones patológicas existentes o latentes (isquemia miocárdica o arritmias cardíacas, asma de esfuerzo), además de prescribir con certeza un programa de actividad física efectivo y libre de riesgos.

A continuación, vamos a detallar los pasos que se realizan antes, durante y después de esta prueba.

Antes de la prueba

Antes de empezar la prueba, se toma la presión arterial en reposo, y empieza la prueba, con un pequeño calentamiento previo, con una carga de trabajo baja en el tapiz rodante o el cicloergómetro. Posteriormente, se irá incrementando la carga de trabajo de forma progresiva, hasta llegar al agotamiento del paciente. En este punto se baja la carga de esfuerzo al mínimo, para dar un tiempo de recuperación y que los parámetros corporales vuelvan al estado de reposo.

Durante la prueba

Esta prueba se debe llevar a cabo por un médico especialista en medicina del deporte, y se requieren diferentes aparatos que simulen una sesión de ejercicio, ya sea mediante cicloergómetros (una especie de bicicletas estáticas adaptadas) o tapices rodantes (similares a cintas de correr). La prueba se inicia con una carga de esfuerzo suave, que se va incrementando progresivamente, hasta llegar a un tope en el que el paciente en cuestión ya no puede más, llegando a su máxima capacidad de esfuerzo. La duración de la prueba dependerá, por lo tanto, de cuánto tardes en llegar a ese límite de esfuerzo y te agotes.

Durante la prueba se miden diferentes parámetros para conocer el estado de los pulmones, el corazón y el resto del sistema cardiovascular. Los parámetros más destacados son el consumo de oxígeno (VO2) y la frecuencia cardíaca.

La prueba de ergoespirometría permite conocer otros parámetros relacionados con el intercambio de gases y la ventilación durante una sesión de esfuerzo. Por eso es tan completa, permitiendo obtener más información sobre el aparato respiratorio y el metabolismo energético.

Así, la prueba ofrece información sobre la variación de la presión sanguínea durante el esfuerzo, la concentración de oxígeno y dióxido de carbono durante la inspiración y la expiración, los volúmenes máximos, absolutos y relativos de oxígeno aspirado, la frecuencia respiratoria o el volumen pulmonar. También se puede obtener información de forma indirecta sobre el consumo de calorías, tanto durante el reposo como durante las diferentes fases del esfuerzo, para conocer el estado del metabolismo energético.

Para medir todos estos parámetros, se utilizan diversos dispositivos. El más destacado es una máscara colocada sobre la boca y la nariz, que analiza los gases expirados, en concreto el consumo de oxígeno y la producción de dióxido de carbono, permitiendo conocer si nuestra ventilación está siendo la correcta durante el esfuerzo. También se colocan electrodos en el pecho y la espalda, para tener un registro de la actividad eléctrica del corazón durante todo el ejercicio, y valorar así su funcionamiento y respuesta al esfuerzo.

¿Qué valores se analizan durante la prueba de esfuerzo?

De acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Española de Cardiología es imprescindible realizar una historia clínica, una exploración física y un electrocardiograma previo a la ergometría. Además, hay que monitorizar de forma continua el electrocardiograma durante el esfuerzo y al menos 3-5 minutos durante la recuperación post-esfuerzo. También se debe controlar la tensión arterial del deportista. Todas estas funciones deben ser realizadas por personal médico entrenado.

¿Hay tipos diferentes de pruebas de esfuerzo?

Hay diversos protocolos estandarizados para efectuarla. Es importante contemplar que para poder realizar una comparativa de resultados es preferible hacer siempre el mismo test. Generalmente, se desarrollan en un tapiz rodante o bicicleta ergométrica, acompañado de una máscara que permita medir el intercambio de gases.

Los procedimientos más comunes son aquellos que suponen incrementos progresivos de la carga de trabajo. Tienen una duración máxima entre diez y quince minutos, con análisis directo del intercambio de gases respiratorios. Alcanzan niveles máximos de esfuerzo (hasta que el deportista no puede soportar la carga al que es sometido) para medir el consumo máximo de oxígeno.

Después de la prueba: los resultados

Con todos los datos recopilados, el médico puede hacer una evaluación de tu estado de salud:

• estado de tus pulmones
• corazón
• resto del sistema cardiovascular

Los objetivos principales de una prueba de esfuerzo son el diagnóstico de salud (confirmando la ausencia de enfermedades, principalmente cardiacas) y la valoración de la capacidad funcional del deportista. Proporciona datos relevantes, algunos variables en función del protocolo utilizado y finalidad. Pero los que no pueden faltar son: consumo de oxígeno (VO2) y frecuencia cardiaca (FC). Tras el procedimiento se obtienen datos que permiten determinar las diferentes intensidades  de entrenamiento recomendables para conseguir mejoras de rendimiento deportivo: umbral aeróbico, umbral anaeróbico. El entrenador del deportista no puede prescindir de estos parámetros si quiere planificar correctamente las cargas de entrenamiento.

Se suelen realizar estas pruebas de forma rutinaria en deportistas de élite, para conocer su estado general de salud y entrenamiento. De esta manera, se les proporciona unas pautas para fortalecer ciertos puntos más débiles, y conseguir un mayor rendimiento sin someter el cuerpo a sobreesfuerzos, evitando el riesgo de sufrir lesiones. Generalmente se trabajan aspectos físicos como la resistencia cardiovascular, la fuerza, la elasticidad y la composición corporal del deportista.

Pero lo cierto es que cualquier persona puede someterse a esta prueba de la mano de un médico especialista. En este sentido, en nuestra clínica contamos con uno de los mejores. ¡Te lo presentamos!

Conoce a nuestro médico especialista en Medicina Deportiva

Como te decíamos, en nuestra Clínica RC Celta contamos con un médico especialista en medicina de la Educación Física y el Deporte, el doctor Fernando Huelin Trillo.

Huelin es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Barcelona. Se especializó en Medicina de Educación Física y el Deporte también en la Universidad de Barcelona.  Además, es agente de control antidopaje habilitado y es el director del Servicio de Medicina do Deporte del Centro Galego de Tecnificación Deportiva de Pontevedra.

Así que ya sabes, seas un deportista de élite, un aficionado al deporte o simplemente te preocupe el estado de salud de tus pulmones, corazón y sistema cardiovascular, puedes someterte a una prueba de esfuerzo o ergoespirometría. ¡Acércate a Clínica RC Celta y te aconsejaremos qué es lo mejor para ti!