Cuando se trata de la práctica deportiva tendemos a asociar la edad como una barrera. Comentarios como “Soy demasiado mayor para eso” o “debería haber empezado antes, ahora es tarde” se convierten en expresiones comúnmente extendidas entre la población de mayor edad.
Por otro lado, aspectos como la temprana jubilación de los deportistas de élite parece corroborar que el rendimiento deportivo es exclusivo de la juventud. Pero, ¿en realidad la edad es un condicionante determinante para hacer ejercicio y mantenerse activo?
La realidad es que la edad no es un condicionante, el condicionante son nuestros pensamientos. Tenemos la capacidad de aprender cosas durante toda la vida, somos capaces de adaptarnos a todas las circunstancias que se nos presentan y con ello, a crear una rutina y adentrarnos en la vida del deporte, incluso a avanzada edad. Cierto es que no obtendremos el mismo rendimiento personal a los 20 que a los 50, nuestro cuerpo está en constante cambio, es una realidad, pero esto no quiere decir que no podamos hacer deporte.
Es importante conocer nuestro cuerpo y conocer los cambios que experimentaremos a lo largo del tiempo, gracias a ello, podremos adaptarnos y adecuar nuestro entrenamiento a nuestras necesidades.
Nuestro desarrollo en los primeros años
Durante nuestra infancia, el crecimiento se experimenta de manera muy acelerada, caracterizado por cambios muy notorios como la altura y el desarrollo físico. La adolescencia lleva consigo un cambio hormonal de gran relevancia en nuestro cuerpo, siendo protagonistas la testosterona y el estrógeno.
Seguidamente, a la edad de 15 a 30 años, destaca por ser una etapa crucial en el cuerpo humano, alcanzando aquí su máximo potencial, eso sí, para poder obtenerlo es necesario contar con un entrenamiento constante y adecuado.
Por otro lado, cada deporte es un mundo, en la mayoría de los deportes se estima que el potencial máximo se encuentra entre los 20 y los 30, sin embargo, hay casos que son la excepción. Se trata de deportistas que llegan a triunfar en el deporte después de los 50, estos casos se presentan en disciplinas donde se prioriza habilidades más allá de la capacidad anaeróbica.
¿Cómo cambia nuestro cuerpo a los 30?
Con la llegada de los 30 en nuestro cuerpo se inician transformaciones graduales. Los huesos empiezan a experimentar pérdidas de minerales, entre ellos, el calcio, generando una disminución de nuestra densidad ósea.
Esta condición genera que nuestros huesos sean menos resistentes generando una mayor vulnerabilidad y facilitando las fracturas y otras lesiones.
Además, de forma simultánea, nuestros músculos cuentan con menos capacidad para retener agua, entre otros minerales. Como consecuencia, la masa muscular se va reduciendo de forma gradual a la par que la fuerza de nuestro cuerpo.
Por otro lado, aspectos como la elasticidad de nuestros ligamentos y articulaciones, también se ven afectados, siendo cada vez más limitados y afectando a la ejecución de ciertos movimientos.
¿Oxígeno y resistencia en nuestro cuerpo?
El oxígeno en nuestro cuerpo es un punto clave para asegurar su buen funcionamiento. Con la edad, nuestro cuerpo tiende a utilizarlo de una forma menos eficiente disminuyendo notoriamente la capacidad máxima del uso de oxígeno, denominado VO2.
Este indicador VO2 representa la cantidad de oxígeno que nuestro cuerpo es capaz de procesar y usar por kilogramo de peso corporal. Dicha disminución, anteriormente mencionada, se condiciona por la capacidad con la que contamos para llevar el oxígeno a los pulmones, así como el transporte de sangre a los músculos y la cantidad de oxígeno que necesitan nuestros músculos para desarrollar y utilizar su fuerza.
Todo esto tiene un efecto directo y notorio a la hora de realizar ciertos deportes, sobre todo en los aeróbicos. Sin embargo, no representa un elemento discriminatorio para el deporte, ya que hay muchas cosas que no cambian, como lo es la resistencia.
La resistencia es una de las áreas que menos se ve afectada por la edad, las fibras musculares de contracción lenta, resistentes a la fatiga, son capaces de mantener la fuerza durante periodos prolongados de tiempo. Este aspecto es muy beneficioso, porque aunque el sistema cardiopulmonar de nuestro cuerpo se modifique con la edad y disminuye su capacidad, es posible entrenarlo y obtener un mayor rendimiento.
Hay cierta relación con la edad y el deporte, pero no una es limitación.
En cierto modo se puede asociar la edad como una limitación deportiva, pero la realidad va mucho más allá. No podemos pensar que el hecho de cumplir años nos impedirá hacer nuestra vida normal, no podemos verlo como un condicionante para nuestra vida deportiva. Evidentemente nuestro cuerpo cambia y nuestro rendimiento no será el mismo, lo cual no significa que no podamos disfrutar del ejercicio físico.
En la Clínica RC Celta contamos con especialistas de la salud que están a tu disposición para cuidar de ti y tu salud, así como un entrenador personal que te puede acompañar en tu camino deportivo, adaptando los ejercicios a tus condiciones físicas, evitando que se generen lesiones y favoreciendo el desarrollo y mantenimiento de tu cuerpo.
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