La navegación en vela no es solo un deporte, sino una disciplina que fusiona destreza, trabajo en equipo y ejercicio físico. A la par de todos estos aspectos positivos, la vela ofrece un potente efecto terapéutico, permitiéndonos desconectar del ajetreo diario y reconectar con la naturaleza y el entorno.
Sin duda, la vela nos puede aportar innumerables beneficios para la salud física y mental. No obstante, como cualquier actividad deportiva, conlleva ciertas exigencias físicas que pueden dar lugar a lesiones. La mayoría de estas lesiones son una consecuencia natural de la actividad misma, y con atención temprana y los cuidados adecuados, suelen ser fácilmente manejables. Es relevante destacar que muchas de estas lesiones pueden prevenirse mediante un fortalecimiento previo de nuestro cuerpo.
A continuación, hablaremos sobre las lesiones más comunes asociadas a la práctica de este deporte.
Lesiones más comunes en el deporte de vela
Sobrecarga lumbar
Durante la navegación en vela, se adopta una posición específica durante períodos prolongados de tiempo que ejerce una notable exigencia en la zona lumbar, dando como resultado una sobrecarga significativa en esta parte del cuerpo. Además, es importante tener en cuenta la gran cantidad de movimientos repetitivos inherentes a esta práctica, como la inclinación constante y los ajustes posturales continuos debido al efecto de las olas. Esta demanda física recae de manera especialmente intensa en la zona lumbar, pudiendo provocar un desgaste muscular.
El deporte de vela puede ser sumamente exigente, y diversos factores, tales como la posición específica en el barco o la velocidad del viento, pueden influir de forma muy notoria la experimentación de sobrecarga lumbar.
Lesiones en las extremidades
En el deporte de vela, nuestras extremidades se pueden ver muy expuestas, y como consecuencia es común encontrarse con lesiones de esta índole, entre las más frecuentes que se pueden producir se encuentran las contusiones, los esguinces y diferentes heridas en las mismas.
Los esguinces se suelen producir cuando se experimenta alguna caída brusca o un giro inesperado del practicante de vela, haciendo que se genere una presión inadecuada sobre las articulaciones. Las zonas en las cuales se generan más esguinces son los tobillos y las rodillas.
Las contusiones son lesiones causadas por impactos. En la vela, pueden ocurrir cuando un navegante cae sobre alguna superficie como puede ser el casco del barco, la cubierta o la tabla. Generalmente este tipo de lesiones suelen ser menores, sin embargo, sí suelen ser bastante dolorosas y llegar a requerir de atención médica.
Otra de las cosas más comunes que suelen suceder en este deporte es la generación de heridas en las extremidades. Estas pueden darse por diversas índoles, ya puede ser por una fricción repetida en una determinada zona o por contacto con diversos objetos punzantes.
Sobrecarga en las rodillas
De forma individual conviene destacar las sobrecargas que se generan en las rodillas. Debido a la posición y ciertos movimientos que requiere el deportista en el deporte de Vela es normal que se generen ciertas sobrecargas en las rodillas. La posición flexionada y la necesidad de realizar ajustes rápidos de peso para contrarrestar los movimientos del barco contribuyen a que se realice tensión en los músculos y ligamentos que rodean las rodillas. Además, las maniobras rápidas y las posiciones erguidas pueden generar fuerzas adicionales en esta articulación.
Cómo prevenir las lesiones
Es importante trabajar en la prevención de lesiones para garantizar una experiencia mucho más segura y duradera. Aquí hablamos sobre unas pequeñas pautas para minimizar esos riesgos.
Fortalecer los músculos
Este es un punto clave para todo deporte, y así como mayor sea la exigencia del mismo, más aumenta la importancia de este punto. En este caso, lo que más interesa es trabajar los músculos que se ven más expuestos en la práctica de vela, como lo son la espalda, las piernas y la zona lumbar.
Además también es recomendable trabajar el equilibrio y la estabilidad, con el objetivo de mejorar la capacidad de adaptación del cuerpo a movimientos más inestables.
Flexibilidad y estiramiento
A través de la realización de ejercicios que mejoren el estiramiento de los músculos y su flexibilidad, se puede reducir la rigidez muscular. Al igual que en el apartado anterior, es importante destacar ciertas zonas como la espalda y las piernas.
Incorporación de entrenamientos cardiovasculares
Para obtener mayor calidad de tiempo de navegación es importante mejorar la resistencia y reducir la fatiga. La única forma de incorporar estas mejoras es a través de la incorporación de ejercicios más aeróbicos, como puede ser correr o andar en bicicleta.
Perfeccionar la técnica
Como en todas las disciplinas, la formación y la perfección de la técnica son elementos indispensables para poder evitar las lesiones. Es importante conocer cómo se realizan los movimientos correctos para poder eliminar malos vicios posturales y minimizar los riesgos.
Incorpora el descanso adecuado
Para lograr una recuperación completa al 100%, es esencial otorgar a nuestro cuerpo los períodos de descanso adecuados entre las sesiones de navegación. De este modo, permitimos que nuestro organismo se recupere plenamente.
Acompañamiento médico
Trabajar en la prevención de lesiones es importante en todo tipo de deportes, pero en deportes de alta exigencia como puede ser el deporte de vela es crucial para garantizar el mejor rendimiento y una buena salud a largo plazo. Además de incorporar prácticas de fortalecimiento específicas y cuidados en la técnica, es fundamental incorporar periodos adecuados de descanso entre las sesiones de navegación.
Además, también es importante contar con un buen asesoramiento médico, tanto para trabajar acciones preventivas como puede ser un chequeo, como a la hora de actuar sobre la lesión que ya se ha generado.
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