Muchos de nosotros experimentamos jornadas laborales muy sedentarias, pasando ocho horas diarias frente a un ordenador, e incluso a veces más. Este estilo de vida puede desencadenar problemas de salud significativos.
En muchas ocasiones, a esta situación de sedentarismo laboral se le suma que a nivel personal no aportamos ningún tipo de ejercicio a mayores, por lo que a las 8 horas laborales se le suman otras tantas de inactividad física.
Qué consecuencias tiene el sedentarismo
Son numerosas las consecuencias que el sedentarismo prolongado puede tener para nuestra salud. A continuación, abordamos algunas de ellas.
Dolores y molestias musculares. Es importante ejercitar y fortalecer nuestros músculos para no perder fuerza ni flexibilidad de los mismos. Los músculos son los encargados de soportar gran parte de nuestro peso corporal, adquiriendo un mayor protagonismo la musculatura de la espalda y de las piernas. Las molestias y dolores musculares surgen cuando nuestro cuerpo registra una falta de actividad, ya que al no ejercitarse estos pierden fuerza y flexibilidad.
Disminución de la energía. La ausencia de movimiento afecta directamente a nuestro sistema cardiovascular, reduciendo nuestra circulación sanguínea y limitando la entrega de nutrientes. Esto puede derivar en una sensación general de fatiga y falta de vitalidad. Además, la pérdida de masa muscular asociada con la inactividad contribuye a la debilidad y la fatiga física, lo que genera la necesidad de incorporar un mayor esfuerzo para desempeñar hasta las más simples tareas diarias.
Tensión arterial alta: La falta de actividad física contribuye en el aumento de peso corporal y a la acumulación de grasa, especialmente alrededor del área abdominal. Esta condición puede desencadenar una resistencia a la insulina y una mayor producción de sustancias inflamatorias, afectando negativamente a la actividad de los vasos sanguíneos y elevando la presión arterial. Además, la inactividad reduce la capacidad del sistema cardiovascular para regular el flujo sanguíneo, lo que puede llevar a una mayor rigidez arterial. El ejercicio regular, por otro lado, fortalece el corazón, mejora la eficiencia del sistema circulatorio y ayuda a mantener un peso corporal saludable, lo que contribuye a mantener la presión arterial en niveles óptimos.
Sobrepeso: La ausencia de ejercicio contribuye a un desequilibrio entre las calorías consumidas y las quemadas, favoreciendo el aumento de peso. El sedentarismo nos provoca menos oportunidades para quemar calorías y mantener nuestro metabolismo saludable.
Cómo combatir el sedentarismo
Es posible combatir el sedentarismo, incluso en tu jornada laboral, a continuación comentamos unos pequeños consejos.
Cuida tu postura al sentarte: Asegúrate de mantener una posición erguida mientras estás sentado, con los hombros hacia atrás y los pies apoyados en el suelo. Además, puedes incorporar sencillos ejercicios para fortalecer la espalda en tu rutina diaria. Estiramientos, rotaciones y pequeños descansos para caminar pueden marcar la diferencia. Estos hábitos no solo contribuirán a aliviar la tensión en la espalda, sino que también mejorarán nuestra concentración y productividad en el trabajo.
Aprovechemos las pausas. A lo largo de nuestra jornada laboral siempre podemos gozar de unos minutos de pausa. Tómate estos minutos para moverte y cambiar de posición, no sólo te ayudará a aliviar la tensión muscular, sino que también estimulará tu energía y concentración. Si es posible, incorpora unos estiramientos suaves para mover tu cuerpo.
Utiliza las escaleras: Subir los pisos en el ascensor es algo muy tentador, sin embargo, es mucho más saludable las escaleras. Aporta a tu cuerpo un poco más de actividad subiendo todos los días las escaleras.
El deporte, una herramienta indispensable. Es importante romper con el sedentarismo, y la mejor forma de hacerlo es a través de la actividad física. Busca algo que te guste, no tiene porqué ser el gimnasio, hay muchas opciones, desde los deportes más típicos como baloncesto, fútbol o natación, hasta actividades más cotidianas como salir a caminar todos los días o apuntarte a una clase de baile.
Rompe con el sedentarismo
El sedentarismo asociado a largas jornadas laborales puede traer consigo consecuencias graves para nuestra salud. Los síntomas más comunes se manifiestan a través de dolores musculares, pero como hemos mencionado anteriormente, el daño puede ir mucho más allá, llegando incluso a desarrollar enfermedades cardiovasculares entre otros.
Sin embargo, existen prácticas sencillas que podemos incorporar desde el minuto cero en nuestra jornada laboral y acompañarlas con actividad física en nuestro tiempo libre.
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