La osteonecrosis, también llamada necrosis avascular o necrosis ósea isquémica, es una condición que produce la muerte celular ósea, es decir una muerte del tejido óseo debido a un riego sanguíneo insuficiente del mismo.
Esta condición se puede generar en cualquier hueso, pero hay algunos que tienen mayor probabilidad de verse afectados, siendo de esta forma los más perjudicados los hombros, el húmero, el fémur, las rodillas y los tobillos.
Síntomas de la osteonecrosis
Los síntomas de la osteonecrosis pueden variar en función de diferentes variables, siendo casi imperceptible en las primeras etapas de la enfermedad, y llegando a experimentar un dolor mucho más agudo, así como esta va avanzando.
Por otro lado, también puede variar en función de la zona que se vea afectada, a pesar de ello se pueden identificar una serie de síntomas comunes:
- Dolor: Es normal que se detecte dolor focalizado en la zona afectada, siendo mucho más notorio cuando se encuentra en movimiento y aliviándose en estado de reposo. Además, el dolor puede aumentar y llegar a ser muy intenso en el momento en el que el hueso colapsa.
- Hinchazón: La articulación afectada puede estar hinchada y mucho más sensible.
- Limitación en el rango de movimiento: La articulación afectada con la enfermedad de la osteonecrosis puede volverse mucho más rígida y dificultar el movimiento.
Causas de la osteonecrosis
Existen varias causas posibles que pueden llegar a desarrollar la osteonecrosis, entre ellas se encuentran:
- Traumatismos: Tras una fractura o una dislocación grave del hueso se puede interrumpir el suministro de sangre al hueso, lo cual puede llegar a provocar una osteonecrosis.
- Consumo excesivo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede afectar a diferentes factores de nuestro cuerpo siendo uno de ellos el daño en los vasos sanguíneos. Este daño que se produce en los vasos sanguíneos puede provocar una disminución en el riego sanguíneo de alguna articulación, desarrollando así una osteonecrosis.
- Tabaquismo: El tabaco puede llegar a dañar nuestros vasos sanguíneos los cuales son los encargados de irrigar nuestros huesos. Esta condición puede llegar a desarrollar osteonecrosis.
- Enfermedades crónicas: Existen ciertas enfermedades crónicas que pueden desarrollar esta enfermedad, unas de ellas pueden ser la diabetes, la anemia drepanocítica y la enfermedad de Gaucher.
- Enfermedades autoinmunes: Entre estas enfermedades podemos encontrar, por ejemplo, la artritis reumatoide, que entre otras puede afectar en suministro de riego sanguíneo en los huesos, llegando a provocar una osteonecrosis.
- Todos los medicamentos significan un beneficio para ciertas dolencias, sin embargo, también cuentan con una serie de contraindicaciones. Dependiendo del fármaco que se esté ingiriendo puede llegar a desarrollar otro problema de salud, como por ejemplo, la osteonecrosis.
Por otro lado, existen una serie de riesgos que pueden derivar en esta enfermedad como por ejemplo:
- La edad. La osteonecrosis es más común en edades avanzadas.
- Sexo: La osteonecrosis es una enfermedad que se presenta en un mayor porcentaje en hombres que en mujeres.
- Antecedentes familiares: Si en la familia existen casos de osteonecrosis, es más común llegar a desarrollar esta enfermedad.
- Sobrepeso: un exceso de peso puede ejercer presión sobre los huesos, llegando a dañarlos y aumentar el riesgo de sufrir osteonecrosis.
Tratamiento de la osteonecrosis
El tratamiento que se aplica para tratar la osteonecrosis varía en función de la gravedad de la enfermedad y del nivel de daño en la articulación afectada. Entre las distintas opciones de tratamiento encontramos las opciones no quirúrgicas y las quirúrgicas.
En un tratamiento no quirúrgico se pueden introducir medicamentos o sesiones de fisioterapia. Este tratamiento se aplica en aquellos casos más leves, en los cuales todavía no se ha manifestado un daño grave en la articulación y lo que más buscamos es aliviar los síntomas.
En los casos más graves, donde ya existe la necesidad de reparar la articulación afectada es necesario una intervención más invasiva, dando lugar a la cirugía. En este ámbito, las cirugías más comunes que se realizan son la osteotomía, el injerto óseo y el reemplazo articular.
Acompañamiento médico
Ante síntomas de molestia continúa en las articulaciones y que pueden llegar a incapacitarte en el día a día, es necesario que acudas a un especialista.
En la Clínica RC Celta contamos con un área de traumatología que cuenta con los mejores profesionales, y que pueden ayudarte con tu tratamiento, realizando los estudios clínicos pertinentes y aplicando el tratamiento que más se adapte a tus necesidades.
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