Cuando pensamos en las funciones de nuestro estómago, lo relacionamos directamente con las funciones de la digestión. Sin embargo, este cuenta con muchas más funciones vitales, entre las que destaca la gran conexión que tiene con el sistema nervioso entérico (SNE). Este sistema, compuesto por una red compleja de neuronas en el tracto gastrointestinal, permite que el estómago funcione de manera independiente al sistema nervioso central. Por lo tanto, en situaciones de estrés o ansiedad, es común experimentar sensaciones estomacales incómodas, y por esta razón se dice que el estómago es “nuestro segundo cerebro”.
¿Qué es exactamente el sistema nervioso entérico?
El sistema nervioso entérico (SNE) es una red compleja de neuronas que se encuentra dentro del tracto gastrointestinal, se extiende desde el esófago hasta el ano. Este sistema consta de más de 100 millones de neuronas, lo que significa que llega a superar el número de neuronas presentes en nuestra médula espinal. El SNE opera de manera autónoma e independiente, es decir, puede funcionar sin necesidad de la intervención consciente de nuestro cerebro central.
El SNE desempeña un papel fundamental en la regulación de diversas funciones digestivas, como la secreción de enzimas y ácidos, la absorción de nutrientes y la respuesta inmune local. Además de estar presente en su función digestiva, también cuenta con una importante labor en la regulación del apetito, las emociones y en las respuestas que nuestro estrés provoca en nuestro cuerpo.
Si bien es cierto que el SNE opera de forma independiente no quiere decir que se encuentre de forma aislada en nuestro organismo. El Sistema nervioso entérico está conectado a nuestro sistema nervioso central a través del nervio vago y otras vías nerviosas. De esta forma se crea una conexión bidireccional, permitiendo una comunicación constante entre el cerebro y nuestro sistema digestivo, lo cual facilita la coordinación con nuestras funciones corporales y la integración de las respuestas emocionales y fisiológicas.
¿Cuáles son las funciones de nuestro segundo cerebro?
Tal y como hemos mencionado anteriormente, nuestro “segundo cerebro” tiene muchas más labores que las digestivas. También cuenta con una importante influencia en el apetito, la saciedad y también en nuestro estado de ánimo y en emociones. A continuación, trataremos más en profundidad estas funciones.
Procesamiento de información sensorial:
El estómago, como parte del sistema nervioso entérico, desempeña un papel crucial en el procesamiento de información sensorial relacionada con los alimentos. Las terminaciones nerviosas en la pared del estómago son las encargadas de detectar ciertas características como la temperatura, la textura y el sabor de los alimentos que tomamos. Toda esta información se transmite a nuestro cerebro y contribuye en la sensación de placer o disgusto que asociamos con la comida.
Regulación del apetito y la saciedad:
Otra de las grandes labores de nuestro “segundo cerebro” es su involucración con la regulación del apetito y la saciedad. Todas las señales nerviosas y hormonales que se generan en nuestro estómago son las encargadas de informar a nuestro cerebro sobre el estado de nuestro estómago, es decir, comunica la sensación de saciedad o la necesidad de consumir más alimentos.
Todas estas funciones neuronales se realizan a través de la liberación de hormonas, de esta forma, cuando tenemos hambre se libera la hormona grelina, también conocida como la “hormona del hambre”, y cuando estamos saciados se libera la hormona leptina, también conocida como la “hormona de la saciedad”.
Afecta en nuestro estado de ánimo y las emociones:
Otra de las grandes funciones de nuestro “segundo cerebro” es su gran influencia en el estado de ánimo y las emociones. Esto es posible gracias a la conexión que tiene nuestro estómago con nuestro cerebro a través del nervio vago. Un ejemplo de esta función es la capacidad que tiene de crear serotonina, una hormona que tiene un papel clave en nuestro estado de ánimo, que tiende a disminuir en episodios de ansiedad y de depresión.
Estas funciones son un claro ejemplo de la importancia que tiene nuestro estómago, que va mucho más allá de la digestión y que pone en valor la importancia de cuidar nuestro estómago a través de una buena alimentación.
¿Cómo cuidamos nuestro estómago?
Para mantener la salud de nuestro estómago, es importante adoptar ciertos hábitos alimenticios junto con un estilo de vida adecuado. Es fundamental introducir una variedad de alimentos ricos en fibra, consumir suficiente agua y evitar el exceso de alimentos procesados y grasosos. Además, es recomendable realizar actividad física de manera regular y gestionar el estrés mediante técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
A continuación, os presentamos algunos consejos prácticos para mantener la salud estomacal de forma efectiva:
- Cuida mucho lo que comes. Evita procesados y comidas ricas en grasas saturadas.
2.Prioriza las frutas y las verduras en tu alimentación.
- Come despacio.
- Bebe mucha agua, nos ayuda a limpiar nuestro organismo y a estar bien hidratados.
- Introduce las infusiones en tu rutina alimentaria.
- Haz deporte de forma activa.
- Reduce la ingesta de café y alcohol.
- Elimina las bebidas carbonatadas.
- Intenta reducir los niveles de estrés y ansiedad.
Acompañamiento médico en la Clínica RC Celta
Nuestro estómago forma parte de una red neuronal mucho más compleja y su función va más allá de la simple digestión de alimentos. Por eso, es importante que adoptemos una alimentación saludable y un estilo de vida activo, alejado del sedentarismo.
Realizar estos pequeños cambios en nuestra dieta y actividad diaria puede ser desafiante, por lo tanto, es fundamental contar con asesoramiento médico si lo necesitamos. En la clínica RC Celta contamos con un equipo de nutrición que puede ayudarte y acompañarte. Pide cita a través de la página web clinica.rccelta.es/cita-previa/, mediante el correo electrónico info@clinicarccelta.es o en nuestro teléfono 886 160 955.