La enfermedad degenerativa del disco es un problema bastante común que afecta a la columna, provocando dolor crónico y dificultando el movimiento. Se caracteriza por un desgaste progresivo de los discos entre las vértebras debido a factores como la edad, lesiones y malos hábitos posturales. En este post se detallan las causas, los síntomas y los tratamientos de esta enfermedad.
Qué es la enfermedad degenerativa del disco
La enfermedad degenerativa del disco afecta a la salud de nuestra columna vertebral, en particular a los discos intervertebrales, los cuales cumplen la importante función de amortiguar el impacto entre las vértebras y permitir el movimiento de la columna vertebral.
La enfermedad degenerativa del disco se caracteriza por el desgaste progresivo de los discos, la formación de hernias discales y la reducción del espacio entre las vértebras. Como consecuencia, pueden surgir síntomas como dolor lumbar o cervical, debilidad muscular y, en algunos casos, dolores que se irradian hacia brazos o piernas. Estos síntomas pueden variar en intensidad y ser intermitentes o crónicos.
Causas de la enfermedad degenerativa del disco
La enfermedad degenerativa del disco puede surgir debido a diferentes factores, entre ellos destaca nuestra condición genética, las lesiones traumáticas, la obesidad o los malos hábitos posturales. A continuación, hablamos sobre estas causas con más detalle.
- Genética: La predisposición genética puede influir en la probabilidad de desarrollar la enfermedad degenerativa del disco. Algunas personas heredan una estructura del disco más vulnerable a la degeneración. El paso del tiempo y la edad también se relacionan con el desgaste del disco vertebral.
- Lesiones traumáticas: Accidentes automovilísticos, caídas o lesiones deportivas pueden provocar daño a los discos intervertebrales, acelerando su degeneración.
- Obesidad: El exceso de peso ejerce presión extra sobre la columna vertebral, lo que puede acelerar el desgaste de los discos.
- Malos hábitos posturales: Mantener una postura incorrecta durante largos períodos de tiempo puede ejercer una tensión excesiva en los discos, contribuyendo a su degeneración prematura.
Síntomas de la enfermedad degenerativa del disco
Dolor lumbar o de cuello, dolor irradiado, rigidez, pérdida de flexibilidad y debilidad muscular son los síntomas más comunes dentro de la enfermedad degenerativa del disco. Es importante estar atentos a estos síntomas para poder actuar lo antes posible y minimizar los efectos de la enfermedad. A continuación, tratamos los temas en profundidad.
- Dolor lumbar o de cuello: El dolor en la parte baja de la espalda y en el cuello son uno de los síntomas más comunes de la enfermedad degenerativa del disco. El dolor puede ser intermitente o crónico y puede empeorar con la actividad física o el tiempo prolongado en una posición.
- Dolor irradiado: La irritación de los nervios cercanos a los discos puede causar dolor agudo que se irradia hacia los hombros, brazos y mano en el caso de la degeneración discal cervical y hacia las caderas, piernas y glúteos en el caso de la degeneración discal lumbar.
- Rigidez y pérdida de flexibilidad: La enfermedad degenerativa del disco puede limitar la movilidad de la columna vertebral, lo que resulta en rigidez y dificultad para realizar movimientos simples como inclinarse o girar.
- Debilidad muscular: La compresión de los nervios puede causar debilidad muscular en las zonas afectadas. Tensión muscular o espasmos musculares, son efectos frecuentes de la inestabilidad de la columna vertebral.
Tratamiento de la enfermedad degenerativa del disco
Entre los tratamientos para hacer frente a la enfermedad degenerativa del disco contamos con diferentes opciones, y su aplicación depende de las necesidades de cada paciente. A continuación, hablamos de los más habituales, ordenados por los menos invasivos para el cuerpo a los más invasivos.
- Calor y hielo: La aplicación de calor en la zona lumbar alivia espasmos y tensiones musculares, mejorando la circulación, mientras que las bolsas de hielo reducen la inflamación y el dolor.
- Fisioterapia: Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento pueden mejorar la estabilidad de la columna vertebral y aliviar la presión sobre los discos afectados.
- Medicamentos: Los analgésicos, los relajantes musculares y los medicamentos antiinflamatorios pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación asociados con la enfermedad degenerativa del disco.
- Inyecciones epidurales: Las inyecciones de corticosteroides pueden proporcionar alivio temporal del dolor al reducir la inflamación alrededor de los nervios comprimidos.
- Cirugía: En casos severos que no responden a otras formas de tratamiento, la cirugía puede ser necesaria para reparar o reemplazar los discos dañados.
Acompañamiento médico
Afrontar la enfermedad degenerativa del disco puede ser un desafío emocional y físico, por lo que es de gran importancia buscar el respaldo médico adecuado para recibir orientación personalizada.
En la Clínica RC Celta, nuestro equipo especializado está preparado para acompañarte en tu proceso de adaptación y tratamiento. Pide cita a través de la página web clinica.rccelta.es/cita-previa/, mediante el correo electrónico info@clinicarccelta.es o en nuestro teléfono 886 160 955.