La fase de recuperación tras la práctica de ejercicio desempeña un papel fundamental en cualquier plan de entrenamiento o actividad física de alta intensidad. Su importancia radica en permitir una adecuada recuperación del organismo, disminuyendo el riesgo de lesiones y potenciando el rendimiento en futuras sesiones.
Estas estrategias se revelan como pilares esenciales tanto para atletas de élite como para aficionados al fitness, así como para cualquiera que aspire a optimizar los resultados obtenidos a través de su esfuerzo físico.
Es importante tener en cuenta que la efectividad de las distintas técnicas de recuperación puede variar significativamente de una persona a otra. Factores como la edad o nuestro nivel de condición física pueden ejercer un gran impacto en este sentido. Por esta razón, resulta interesante poner en práctica distintas técnicas hasta encontrar aquellas que mejor se ajusten a nuestras características y necesidades individuales.
En este artículo, abordaremos algunas de las estrategias de recuperación comúnmente empleadas, al mismo tiempo que analizaremos sus beneficios a nivel personal.
Técnicas de recuperación post entrenamiento
Estiramientos estáticos, inmersión en agua fría y recuperación activa son técnicas muy aplicadas para mejorar la recuperación post-entrenamiento, reducir el riesgo de lesiones y optimizar el rendimiento deportivo. A continuación, hablaremos más en detalle sobre ellas y de otras técnicas de recuperación de gran utilidad en el deporte.
Estiramientos estáticos
Los estiramientos estáticos, también conocidos por su nombre abreviado “SS”, constituyen una técnica de recuperación post-entrenamiento centrada en la elongación controlada y sostenida de los músculos. Esta técnica implica tomar una posición de estiramiento y mantenerla durante un período de tiempo, generalmente de 15 a 60 segundos, sin movimiento brusco ni rebotes.
El objetivo principal de los estiramientos estáticos es mejorar la flexibilidad muscular y articular, lo cual es de gran ayuda para aliviar la tensión acumulada durante el ejercicio intenso. Además, esta técnica realizada tras el ejercicio ayuda a reducir la rigidez muscular y a prevenir posibles lesiones musculares.
Los estiramientos estáticos pueden ser aplicados a diferentes partes del cuerpo, las zonas más comunes de aplicación son los cuádriceps, isquiotibiales, espalda baja y hombros.
Recuperación activa
La recuperación activa, también conocida por su abreviatura “AR”, involucra la realización de un ejercicio de baja intensidad tras la realización de una sesión intensa de deporte. Existen diversas formas de implementar la recuperación activa, como por ejemplo el trote ligero, caminar de forma suave o un periodo de ciclismo de baja intensidad.
Estas técnicas cuentan con diferentes ventajas, sin embargo, destaca su capacidad para eliminar desechos metabólicos, como el ácido láctico, que se acumulan durante el ejercicio intenso. Al mantener un flujo sanguíneo y una actividad muscular moderada, se facilita la circulación de nutrientes y oxígeno hacia los músculos fatigados, lo que promueve una recuperación más rápida y efectiva.
Inmersión en agua fría.
El método de recuperación en inmersión en agua fría, también conocida por las siglas CWI (Cold Water Immersion), se trata de una técnica post ejercicio que consiste en sumergirse en agua fría tras una sesión intensa de ejercicio para favorecer nuestra recuperación.
Con esta técnica podemos obtener diversos beneficios como la reducción de la inflamación, alivio de dolor muscular, mejora de la circulación sanguínea, reducción de la temperatura corporal central y mejora del bienestar general.
Es un método muy efectivo, sin embargo, se debe recalcar la importancia de proceder a esta técnica de una manera segura y gradual, incorporando más énfasis en aquellos casos en los cuales no se está acostumbrado a la baja temperatura del agua. Es importante que esta práctica esté supervisada con el objetivo de evitar posibles efectos secundarios, como puede ser la hipotermia o choques térmicos.
Vibración de cuerpo completo.
La técnica de vibración de cuerpo completo, también conocida como “WBV” por sus siglas en inglés (Whole Body Vibration), consta de la exposición del cuerpo a vibraciones mecánicas, las cuales se generan mediante una plataforma vibratoria.
Esta técnica de recuperación se ha vuelto muy popular en el ámbito deportivo debido a sus potenciales beneficios, entre ellos destacan su capacidad para mejorar la masa muscular, facilitar una mejor circulación sanguínea, impulsar el rendimiento y la fuerza, y promover la movilidad articular, entre otros aspectos positivos.
Ayuda profesional durante los entrenamientos
Estas son solo algunas de las muchas técnicas de recuperación post entrenamiento que se pueden incorporar en nuestra rutina diaria. Sin embargo, es importante recordar que algunas de ellas conllevan un mayor riesgo personal que otras, por lo que se recomienda contar siempre con la guía de un profesional. De esta manera, podrás elegir y aplicar las técnicas que mejor se adapten a tus necesidades individuales.
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