Nos encontramos en plena temporada de gripe, una enfermedad vírica que, aunque se considera común, puede tener un impacto significativo en nuestra vida. Además, en el ámbito deportivo, puede influir negativamente en nuestro rendimiento de manera notoria.
La gripe es una enfermedad infecciosa aguda, se transmite a través del aire e impacta en el sistema respiratorio dando lugar a una serie de síntomas muy típicos.
Generalmente, suele presentar unos síntomas leves, sin embargo, no se debe perder de vista cómo esta condición puede afectarnos en diferentes aspectos de nuestro día a día.
¿Cómo se diagnostica la gripe?
Los virus que provocan la gripe son conocidos como “Virus de la gripe” o virus de la influenza, los cuales se pueden llegar a dividir en tres tipos: A, B y C. De estos tres tipos, la más conocida y extendida es el virus de la Gripe A, la cual también es la que suele ocasionar más epidemias, siendo también la más agresiva.
El diagnóstico de la enfermedad se lleva a cabo bajo el historial clínico y una exploración física de la persona.
Síntomas de la gripe
La gripe se caracteriza por manifestar una serie de síntomas que pueden variar en su intensidad. Comúnmente incluyen altas temperaturas corporales, dolor de garganta, dolor de cabeza, malestar muscular, así como dolores musculares y de articulaciones que afectan a todo el cuerpo.
Además de los síntomas comunes, la gripe suele ir acompañada de molestias respiratorias como tos, dolor de garganta y congestión nasal. Es esencial destacar que tanto los síntomas como su duración e intensidad pueden variar según la persona. En algunos casos, el paciente puede experimentar síntomas gastrointestinales relacionados con el virus de la gripe, como dolor abdominal, náuseas o diarrea.
En cuanto a la duración de estos síntomas, los generales tienden a mejorar por sí solos en las primeras 72 horas y los síntomas respiratorios pueden empeorar durante este período. Después de las primeras 72 horas se encuentra la parte más crítica, tras este periodo los síntomas son más leves, pero suelen persistir durante 2 a 5 días, y la mayoría de los pacientes tienden a recuperarse por completo en aproximadamente una semana.
Aunque la recuperación completa en una semana es lo más normal, algunos pacientes pueden experimentar molestias incluso después de superar la infección. Esto se conoce como síndrome de astenia post-viral.
Tratamiento
Los tratamientos de la gripe están enfocados, principalmente, en aliviar todos los síntomas, dejando así que el cuerpo elimine el virus por sí mismo y se recupere. Por ello, las indicaciones que se aconsejan para enfrentarse a esta enfermedad son las siguientes:
Descanso: El descanso es fundamental, hay que tener en cuenta que nuestro cuerpo está activando todas sus defensas para poder desprenderse lo antes posible del virus, por ello, una de las cosas que nuestro cuerpo nos pedirá será que le ofrezcamos el descanso adecuado.
Medicamentos: Los síntomas de la gripe son muy molestos, por esta razón una de las formas que tenemos para sentirnos mejor, es empezar por deshacernos de ellos. Para aliviar los síntomas son necesarios medicamentos que reducen la fiebre y el dolor muscular, así como descongestionantes nasales que nos ayuden en la respiración y por consiguiente, nos aliviará el dolor de cabeza.
Antivirales: En algunos casos, especialmente si se trata de un paciente en alto riesgo (como personas mayores, niños pequeños o individuos con enfermedades crónicas), el médico puede recetar antivirales, como el oseltamivir, para reducir la gravedad y la duración de la enfermedad. Estos medicamentos suelen ser más eficaces cuando se toman temprano, idealmente dentro de las primeras 48 horas después del inicio de los síntomas.
Hidratación: Ante la presencia de un virus, nuestro cuerpo invierte mucha energía para poder deshacerse del virus y recuperarse lo antes posible. En este proceso de lucha, pierde mucha agua, ya que existe una subida de fiebre considerable junto con una sudoración excesiva, por ello, es necesario compensar esta pérdida de líquido bebiendo mucha agua. Es importante mantener nuestro cuerpo bien hidratado.
Prevención ante la gripe
La gripe es una enfermedad causada por un virus, y la principal forma de protegernos de ella es mediante la vacunación. Esta vacuna se administra anualmente y se basa en los tipos de virus de la gripe que fueron más prevalentes en el año anterior.
El funcionamiento de esta vacuna es similar al de otras vacunas comunes. Introduce una forma inactiva del virus en el cuerpo, lo que permite que el sistema inmunológico reconozca esta sustancia extraña y desarrolle los anticuerpos necesarios para combatirla. Esto prepara al cuerpo para enfrentar el virus de la gripe por si se encuentra con él en un futuro.
La efectividad de la vacuna generalmente oscila entre el 50% y el 80%, lo que la convierte en una herramienta efectiva para prevenir la enfermedad.
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