El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, que puede frase durante el día o mientras dormimos. Los síntomas incluyen dolor en la mandíbula, desgaste dental, dolor de cabeza y sensibilidad dental. El bruxismo se suele relacionar con el estrés, aunque también puede darse debido a una mala alineación dental o trastornos del sueño.
Existen varios tratamientos para el bruxismo, aunque en este artículo nos centraremos en la fisioterapia.
¿Por qué es importante tratar el bruxismo?
Aunque el bruxismo pueda parecer algo que podemos pasar por alto porque no nos causa un gran dolor, tratar el bruxismo es muy recomendable por todos los problemas que puede acarrear.
El principal daño que causa el bruxismo es el desgaste dental. Al rechinar y apretar los dientes acabamos quitando el esmalte dental, lo que nos lleva a sensibilidad dental, fracturas o incluso pérdida de dientes.
Además, el bruxismo crónico puede contribuir a problemas en la articulación temporomandibular (ATM), como el dolor, clics o bloqueos en la mandíbula. Abordar el bruxismo cuando está empezando ayuda a reducir el riesgo de desarrollar o empeorar estos trastornos.
Al tratar el bruxismo cuando se manifiesta, se pueden prevenir estos daños graves.
¿Cómo puede ayudar la fisioterapia al bruxismo?
La fisioterapia es un tratamiento demostrado contra el bruxismo. Esta ofrece una serie de técnicas y enfoques que pueden aliviar los síntomas y abordar las causas de este hábito involuntario.
La principal forma en la que la fisioterapia puede ayudar tanto a los síntomas como a las causas del bruxismo es mediante la relajación de los músculos faciales y mandibulares. Los fisioterapeutas utilizan técnicas de masaje y estiramiento para reducir esta tensión muscular. Estas técnicas ayudan a disminuir el dolor en la mandíbula y a mejorar la movilidad, aliviando así el malestar asociado con el bruxismo.
La postura corporal también juega un papel importante en el bruxismo. Una postura incorrecta, especialmente en la cabeza y el cuello, puede contribuir a la tensión en la mandíbula y agravar el bruxismo. Los fisioterapeutas evalúan la postura del paciente y le ofrecen recomendaciones para mejorarla. Hacer ejercicios que fortalezcan los músculos del cuello y la espalda ayuda a corregir desequilibrios posturales, lo que puede reducir la presión en la mandíbula y minimizar los episodios de bruxismo.
Por último, los fisioterapeutas pueden enseñar al paciente la reeducación neuromuscular. Este enfoque se centra en enseñar a controlar mejor los músculos de la mandíbula y la cara. Estos ejercicios específicos ayudan a los pacientes a ser más conscientes de la tensión en su mandíbula y a aprender a relajarse. También se pueden incluir ejercicios de respiración y relajación para reducir los apretamientos involuntarios durante el día.
Técnicas de fisioterapia para tratar el bruxismo
- Terapia manual
La terapia manual se enfoca en la manipulación y movilización de los músculos y las articulaciones de la mandíbula, cuello y hombros. Con esta técnica, el fisioterapeuta realiza movimientos suaves y precisos para liberar la tensión acumulada en los músculos masticatorios. La movilización articular también ayuda a mejorar la movilidad y la alineación de la articulación temporomandibular (ATM), reduciendo el dolor y la rigidez que van asociados al bruxismo.
- Masoterapia
La masoterapia incluye masajes específicos en los músculos afectados por el bruxismo. Estos masajes tienen como objetivo reducir la tensión muscular, aumentar la circulación sanguínea y promover la relajación general de los músculos. Al trabajar directamente sobre las zonas de dolor, esta técnica ayuda a disminuir la presión en la mandíbula y a reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de bruxismo.
- Ejercicios terapéuticos
Al paciente se le diseña un programa de ejercicios personalizados destinados a fortalecer los músculos débiles, estirar los músculos tensos y mejorar la coordinación neuromuscular. Algunos ejemplos son ejercicios de control mandibular, estiramientos de los músculos del cuello y ejercicios de relajación.
- Electroterapia
La electroterapia, especialmente a través de Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) se utiliza para aliviar el dolor muscular y reducir la inflamación. El TENS envía impulsos eléctricos suaves a través de la piel hacia los músculos de la mandíbula, lo que ayuda a bloquear las señales de dolor hacia el cerebro y facilita la relajación muscular.
- Reeducación postural
El bruxismo a menudo se asocia con malas posturas, especialmente en el cuello y la espalda, por esto es importante incluir ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para mejorar la alineación corporal y disminuir la tensión muscular en la mandíbula. Una buena postura reduce la sobrecarga en la ATM y mejora la función mandibular.
Estas técnicas combinadas proporcionan un enfoque integral para el tratamiento del bruxismo, mejorando tanto la salud física como la calidad de vida de los pacientes que sufren bruxismo tanto diurno como nocturno.
Acompañamiento médico
Si deseas obtener más información sobre cómo prevenir enfermedades cardiovasculares o concertar una cita, no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Puedes solicitar una cita a través de nuestra página web clinica.rccelta.es/cita-previa/, enviar un correo electrónico a info@clinicarccelta.es, o llamarnos al 886 160 955. Estamos aquí para ayudarte a manejar tu condición y mejorar tu bienestar general.