El alcohol es una bebida que está presente en nuestro día a día, desde una copa de vino en una cena hasta una cerveza después del trabajo. Sin embargo, muchas personas no son conscientes de cómo el consumo de alcohol puede afectar a nuestro corazón. Es importante entender cómo el alcohol actúa en nuestro cuerpo y conocer cuáles son los riesgos.
¿Perjudicial o beneficioso?
El alcohol, especialmente cuando se consume en exceso, puede afectarnos directamente al sistema cardiovascular. Aunque algunos estudios sugieren que pequeñas cantidades como una copa de vino al día puede ser beneficioso por sus antioxidantes, esto no significa que debas empezar a beber para cuidar tu corazón. La realidad es que el alcohol cuenta con innumerables efectos negativos y superan con creces cualquier beneficio si no se bebe con moderación.
Los efectos inmediatos del alcohol en nuestro sistema cardiovascular
Cuando tomamos alcohol, este entra en nuestra sangre y llega a diferentes órganos, incluyendo el corazón. Los efectos inmediatos son los siguientes:
- Aumento del ritmo cardíaco: El alcohol puede hacer que nuestra frecuencia cardíaca suba temporalmente. Aunque parezca algo sin importancia, si tomamos alcohol en exceso de manera habitual, ese aumento constante puede sobrecargar a nuestro corazón y aumentar el riesgo de arritmias.
- Subida de la presión arterial: Beber demasiado también está relacionado con el aumento de la presión arterial. Esto hace que nuestro corazón trabaje más para bombear la sangre. Con el tiempo, puede dañar las arterias y generar problemas como hipertensión, infartos o insuficiencia cardíaca.
- Deshidratación: El alcohol es un diurético, lo que significa que nos hace perder líquidos. Al deshidratarnos, nuestra circulación se ve afectada y el corazón tiene que esforzarse más para bombear la sangre de manera adecuada.
Efectos a largo plazo del alcohol en nuestro corazón
Beber en exceso y de manera habitual puede tener graves consecuencias para nuestra salud cardiovascular. Los efectos más importantes que el alcohol puede causar a largo plazo en nuestro corazón son los siguientes:
- Miocardiopatía alcohólica: Beber en exceso puede dañar nuestro músculo cardíaco, lo que se conoce como miocardiopatía alcohólica. Esto hace que el corazón se debilite y no bombee bien la sangre, lo que puede llevar a una insuficiencia cardíaca. Los síntomas más comunes son la fatiga, la dificultad para respirar y la retención de líquidos en las piernas y el abdomen.
- Arritmias: El consumo habitual de alcohol puede provocar arritmias, es decir, latidos irregulares. Nuestro corazón puede latir demasiado rápido (taquicardia) o demasiado lento (bradicardia). Una de las arritmias más comunes relacionadas con el alcohol es la fibrilación auricular, que aumenta el riesgo de sufrir un ictus.
- Hipertensión: Como hemos mencionado antes, el alcohol eleva nuestra presión arterial. A largo plazo, esto puede endurecer nuestras arterias y hacer que el corazón trabaje más, lo que aumenta el riesgo de infartos y accidentes cerebrovasculares.
- Colesterol y triglicéridos: Beber en exceso también se relaciona con niveles elevados de colesterol y triglicéridos, lo que favorece la formación de placas en nuestras arterias (aterosclerosis). Esto dificulta la circulación de la sangre y puede llevar a enfermedades coronarias.
El alcohol puede afectar seriamente la salud de nuestro corazón, especialmente si se consume en grandes cantidades. Aunque a veces surjan dudas sobre sus efectos, lo más importante es tener claro que la moderación a la hora de consumirlo marcará la diferencia entre lo beneficioso y lo perjudicial.
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