Las intoxicaciones alimentarias pueden ser muy incómodas y difíciles de manejar. Molestias estomacales, náuseas, vómitos… enfrentarse a estos síntomas no es nada agradable. Hoy queremos darte algunos consejos para saber cómo actuar en caso de una intoxicación alimentaria.
¿Qué es una intoxicación alimentaria?
Una intoxicación alimentaria ocurre cuando consumimos alimentos contaminados por bacterias, virus o parásitos. Esto puede provocar síntomas como vómitos, diarrea, dolor abdominal, fiebre, deshidratación y, en algunos casos, malestar general. Estos síntomas pueden variar de leves a graves, dependiendo de la gravedad de la intoxicación.
¿Qué alimentos son más propensos a provocarnos una intoxicación alimentaria?
Algunos alimentos pueden convertirse en un riesgo para nuestra salud si no se manipulan o cocinan correctamente. Estos son algunos de los más comunes:
- Carnes crudas o poco hechas: La carne de vacuno, cerdo o pollo puede contener bacterias como la Salmonella o E. coli. Debemos cocinarlas completamente y evitar la contaminación cruzada.
- Huevos crudos o mal cocidos: Los huevos también pueden ser portadores de la Salmonella. Debemos consumirlos siempre bien cocidos y evitar recetas en las que los usen crudos, como algunas salsas o postres.
- Pescados y mariscos: Si no están frescos o no se conservan a la temperatura adecuada, pueden contener bacterias dañinas o toxinas que podrían provocarnos una intoxicación.
- Frutas y verduras sin lavar: Si no se lavan bien pueden estar contaminadas con bacterias como Listeria o pesticidas.
- Productos lácteos sin pasteurizar: La leche y los quesos no pasteurizados pueden contener bacterias como Listeria, que son especialmente peligrosas para las mujeres embarazadas.
- Alimentos mal conservados: Cualquier alimento que no esté refrigerado adecuadamente o que se consuma después de su fecha de caducidad puede ser un riesgo.
Pasos que debemos seguir en caso de una intoxicación alimentaria
1. Guardar reposo
Aunque los síntomas pueden ser incómodos, generalmente no son peligrosos y desaparecen con el tiempo. Descansar lo suficiente permitirá que nuestro cuerpo combata la infección.
2. Hidratación
La diarrea y los vómitos generan una rápida pérdida de líquidos y electrolitos, lo que puede provocar deshidratación. Durante las primeras 48 horas, nuestro cuerpo puede no estar muy receptivo a beber agua; sin embargo, debido a la deshidratación, sentimos mucha sed. Por ello, es recomendable sustituir el agua por suero oral e ingerirlo poco a poco en pequeños sorbos, procurando alcanzar al menos un litro y medio al día.
Por otro lado, debemos evitar las bebidas con cafeína y el alcohol, ya que pueden agravar la deshidratación.
3. Alimentación ligera
En los primeros días, es mejor que evitemos alimentos que contengan mucha grasa, picantes o difíciles de digerir. Es mejor que nos decantemos por comidas suaves como arroz, plátanos, manzanas, sopas y pan tostado. Estos alimentos son fáciles de digerir y nos pueden ayudar a calmar el estómago.
4. Evitar alimentos que puedan empeorar nuestro estómago
Alimentos fritos, picantes, con mucha grasa o dulces pueden empeorar la diarrea y los malestares de nuestro estómago. Nos limitaremos a consumir alimentos suaves y fáciles de digerir mientras nos recuperamos.
5. Rehidratación con electrolitos
Reponer los electrolitos es muy importante. Podemos consumir líquidos adecuados o aguas ricas en sales minerales para hidratarnos correctamente. Caldos de pollo ligeros, zumos de fruta, bebidas sin cafeína… pueden ayudarnos a recuperar estas sales.
6. Prevenir futuras intoxicaciones
Por último, pero no menos importante, debemos saber cómo prevenir estas intoxicaciones, para ello, tenemos que seguir algunos consejos:
- Lavar bien las frutas y verduras antes de consumirlas.
- Adquirir nuestra comida en lugares de confianza y evita los alimentos crudos o poco cocidos.
- Mantener los alimentos a la temperatura adecuada, evitando la proliferación de bacterias.
- Lavarnos las manos frecuentemente antes de comer o manipular alimentos.
- Fíate siempre de tu olfato. Si el alimento cuenta con un olor más ácido de lo normal es posible que esté estropeado.
¿Cuándo debemos ponernos en manos de un especialista?
Aunque la mayoría de las intoxicaciones alimentarias son leves y mejoran con el tiempo, en ciertos casos pueden requerir atención médica. Debemos acudir a un profesional si:
- Los síntomas no mejoran después de 48 h.
- Sentimos mareo, confusión o debilidad extrema.
- Presentamos fiebre muy alta o un dolor abdominal muy fuerte.
- Vemos signos de deshidratación como: sequedad en la boca, poca orina o piel seca.
Acompañamiento médico
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