La osteoporosis es una enfermedad silenciosa que afecta a los huesos, creando que estos se vuelvan más frágiles y facilitando su fractura. Esta enfermedad afecta a millones de personas en todo el mundo, y tan solo en España, según los últimos datos publicados por la Fundación Internacional de Osteoporosis, hay más de 2.9 millones de personas que la padecen, de las cuales, la gran mayoría son mujeres mayores de 50 años.
En este artículo hablaremos más en profundidad sobre qué es esta enfermedad, qué factores la causan y cómo podemos enfrentarnos a ella.
Qué es la osteoporosis
El desarrollo óseo de una persona comienza en la vida fetal, donde se forman los huesos a partir de cartílago. Así como vamos creciendo nuestros huesos se van remodelando, y nos pasamos toda la infancia y adolescencia creando lo que se denomina “modelado ósea”, esto consiste en que los huesos crecen y se fortalecen reabsorbiendo el hueso antiguo y creando hueso nuevo. Este proceso es posible gracias a las hormonas y factores genéticos, que son las encargadas de regular todo este proceso. Finalmente alcanzan su máximo desarrollo en el que cuentan con la mayor cantidad de densidad y fortaleza a la edad de los 30 años, luego el proceso se sigue repitiendo pero de una forma mucho más lenta.
Sin embargo, hay ocasiones en el que esta formación de densidad ósea decae e incluso llega casi a desaparecer, esa modelación ósea es cada vez más escasa y como consecuencia nuestros huesos pierden calidad y robustez dando lugar a cavidades huecas en su interior.
A esta condición se le denomina Osteoporosis, una enfermedad ósea que se caracteriza por una disminución de la densidad y calidad de los huesos. Esto los hace más frágiles y susceptibles a fracturas, especialmente en la cadera, la columna vertebral y la muñeca. La osteoporosis es a menudo llamada “la enfermedad silenciosa” porque no hay síntomas hasta que ocurre una fractura.
Causas de la osteoporosis
No existen causas concretas que den lugar a esa disminución de la densidad ósea puede deberse a diversos factores, pero entre los más comunes se encuentran la edad, la genética, el estilo de vida, la alimentación y ciertas enfermedades o medicamentos.
Por otro lado también juega un papel muy importante la llegada de la menopausia en las mujeres, en esta etapa se sufre un cambio hormonal muy grande, entre ellos, la disminución del estrógeno, hormona muy presente en la formación de nuestra masa ósea
Síntomas de la osteoporosis
La osteoporosis no presenta síntomas muy significativos en sus etapas tempranas, ya que aunque lo más común es aparezca a partir de los 50 años, también se dan casos de niños, adolescentes y jóvenes adultos que sufren esta enfermedad. En estas edades percibir esta condición médica es mucho más compleja siendo en ocasiones casi imperceptible. Es por ello que es importante estar alerta a sus posibles indicios pudiendo así detectarla y tratarla a tiempo.
Las principales señales de la conocida enfermedad silenciosa son:
- Pérdida de estatura: uno de los primeros signos es la pérdida de estatura. Esto se debe a que la osteoporosis afecta la densidad ósea y la estructura de la columna vertebral, lo que provoca una postura encorvada y la disminución de altura.
- Dolor de espalda: el dolor de espalda crónico puede estar causado por la osteoporosis, especialmente cuando está relacionado con fracturas por compresión en las vértebras. Este dolor suele ser constante y empeora con la actividad física o al estar de pie durante largos períodos de tiempo.
- Fracturas óseas: la fragilidad ósea es una característica clave de la osteoporosis. Las personas con esta enfermedad tienen un mayor riesgo de sufrir fracturas incluso con traumatismos leves o sin causa aparente. Las partes del cuerpo donde se suelen producir más fracturas de este tipo son la cadera, la columna vertebral y la muñeca.
- Postura encorvada, cifosis: la osteoporosis puede provocar una postura encorvada o joroba dorsal, también conocida como cifosis. A medida que los huesos de la columna vertebral se debilitan, la espalda se curva hacia adelante, lo que afecta la postura y puede causar dolor y dificultad para moverse con normalidad.
- Pérdida de dientes: los huesos de la mandíbula que sostienen los dientes pueden debilitarse, lo que lleva a la pérdida prematura de dientes o a un mayor riesgo de infecciones en las encías que son vitales para la sujeción.
- Diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis: el diagnóstico de la osteoporosis se realiza mediante una densitometría ósea, que mide la densidad mineral ósea. Si se diagnostica osteoporosis, el tratamiento puede incluir medicamentos para fortalecer los huesos, suplementos de calcio y vitamina D, y cambios en el estilo de vida, como la actividad física regular y una dieta saludable.
La alimentación y ejercicio físico para combatir la osteoporosis
Llevar una dieta equilibrada aporta nutrientes esenciales para mantener unos huesos saludables. Alimentos como los lácteos, los vegetales de hoja verde, el pescado y los productos fortificados pueden proporcionar nutrientes necesarios para prevenir la pérdida de densidad ósea.
La actividad física, en particular realizar ejercicios de carga y resistencia, estimula la formación de hueso nuevo. La actividad física regular, como caminar, correr, levantar pesas o practicar deportes, somete a los huesos a una carga y presión, lo que promueve la producción de células óseas y fortalece la estructura ósea.
El ejercicio físico también ayuda a mantener y fortalecer la masa muscular. Los músculos actúan como “amortiguadores” para los huesos, absorbiendo parte del impacto y reduciendo el estrés en ellos. Además, pueden proporcionar un soporte adicional a los huesos y ayudar a prevenir caídas y fracturas.
Especialistas en osteoporosis
Es importante mantener una alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente y tomar medidas para prevenir la caída. Si se sospecha de osteoporosis, es necesario hablar con un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
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