La fisioterapia con ventosas, también conocida como cupping therapy, es una técnica terapéutica que ha ganado popularidad en los últimos años en el ámbito clínico y deportivo. A pesar de que su origen es milenario (se utilizaba en la medicina tradicional china, egipcia y griega), hoy en día forma parte de los tratamientos modernos de la fisioterapia por sus múltiples beneficios sobre el cuerpo.
Es frecuente que la veamos aplicada en deportistas de élite, pero también es muy útil para personas con dolor crónico, sobrecargas musculares o restricciones de movilidad.
¿Qué es la terapia con ventosas?
La terapia con ventosas consiste en aplicar vasos (generalmente de vidrio, plástico o silicona) sobre la piel y generar en su interior un vacío mediante calor o una bomba manual. Este vacío provoca una succión de los tejidos superficiales, lo que moviliza la piel, la fascia y parte del músculo.
El objetivo de esta técnica es estimular la circulación, reducir la tensión muscular, eliminar toxinas acumuladas y facilitar la recuperación de lesiones o sobrecargas. Aunque el aspecto que deja en la piel posteriormente puede parecer doloroso, las marcas no indican nada de daño, sino una respuesta local de la piel a la succión, que desaparece a los pocos días.
Tipos de aplicación
Existen distintas formas de aplicar las ventosas según la finalidad del tratamiento:
- Aplicación estática: las ventosas se colocan sobre una zona específica y se dejan fijas entre 5 y 15 minutos. Es útil para zonas con dolor localizado.
- Aplicación dinámica: se utiliza un poco de aceite sobre la piel y se mueven las ventosas de forma controlada. Esta técnica permite trabajar áreas más amplias, como la espalda o las piernas, y produce un efecto similar al de un masaje profundo.
- Terapia intermitente: se aplica y se libera la presión de forma rítmica, lo que puede estimular la circulación y generar una respuesta neuromuscular más activa.
Beneficios
Cuando se aplica correctamente, la terapia con ventosas puede aportar grandes beneficios, tanto en recuperación como en prevención:
- Mejora la circulación: la succión provoca un aumento del flujo sanguíneo y linfático de la zona tratada. Esto mejora la oxigenación de los tejidos, acelera la eliminación de residuos metabólicos y favorece la regeneración celular.
- Reducción del dolor y la tensión muscular: las ventosas ayudan a liberar tensiones en la fascia y el músculo, aliviar puntos de dolor y reducir la rigidez. Es útil en contracturas, sobrecargas musculares, cervicalgias, lumbalgias o dolores por malas posturas.
- Estimulación del sistema nervioso: el estímulo mecánico provocado por la succión activa receptores musculares y cutáneos, lo que puede tener un efecto relajante o estimulante para el sistema nervioso, dependiendo de la intensidad y duración de la aplicación.
- Apoyo en la recuperación deportiva: en el ámbito deportivo, la terapia con ventosas se utiliza para acelerar la recuperación tras el esfuerzo físico, disminuir la sensación de fatiga muscular y prevenir lesiones asociadas al sobreuso de los músculos, ligamentos, tendones…
Indicaciones frecuentes
La terapia con ventosas puede servir de gran utilidad en los siguientes casos:
- Dolor muscular o articular.
- Contracturas y sobrecargas musculares.
- Síndrome miofascial y puntos de gatillo.
- Lumbalgias, cervicalgias y dorsalgias.
- Rigidez o pérdida de movilidad articular.
- Recuperación post entrenamiento en deportistas.
Esta técnica puede combinarse con otras técnicas fisioterapéuticas como masaje, punción seca, movilizaciones o ejercicio terapéutico, potenciando su eficacia.
¿Tiene contraindicaciones?
Aunque se trata de una técnica segura, hay algunas contraindicaciones que se deben tener en cuenta:
- Trastornos de coagulación o el uso de anticoagulantes.
- Varices o problemas de circulación graves.
- Enfermedades en la piel o heridas abiertas.
- Embarazo (en ciertas localizaciones).
- Fiebre o infecciones activas.
Por eso es muy importante que la aplicación de las ventosas sea realizada por un profesional de la fisioterapia, evaluando el caso y determinando si esta técnica es la adecuada.
¿Dejan marcas las ventosas?
Sí, es muy habitual que tras la sesión queden marcas circulares de color rojo o morado en la piel, que se deben al aumento de flujo sanguíneo en la zona tratada. Sin embargo, estas marcas no son dolorosas y suelen desaparecer entre 2 y 7 días, dependiendo de la intensidad de la aplicación y del tipo de piel de cada uno.
Acompañamiento médico
La fisioterapia con ventosas es una herramienta terapéutica eficaz con muchos beneficios para la salud musculoesquelética. Como cualquier técnica, debe ser realizada por personas cualificadas que sepan adaptar el tratamiento a lo que necesita cada paciente.
En la Clínica Celta, contamos con un equipo de profesionales de diferentes áreas de la salud que pueden acompañarte en todo tu proceso. Puedes solicitar una cita a través de nuestra página web clinica.rccelta.es/cita-previa/, enviar un correo electrónico a info@clinicarccelta.es, o llamarnos al 886 160 955.